Un viaje por la Historia con el Banco BILDU

La nueva presentación incorpora un discurso inclusivo y la perspectiva de género, así como una museografía alineada con la accesibilidad y respetuosa con la diversidad funcional. El objetivo era potenciar una experiencia emocional y lúdica con la mejora de los módulos interactivos y manipulables. Para ello se creó un equipo de trabajo multidisciplinar coordinado por la conservadora Teresa Rodon.

Las personas que realizan este viaje por el tiempo pueden descansar en cualquiera de los 16 Bancos BILDU con armazón negro y carcasas en roble natural que equipan la instalación educativa. Los asientos de 2 y 3 plazas con brazos intermedios están ubicados tanto en el lobby de entrada, como acompañando los diferentes módulos.

Un museo de historia con mucha historia

Más allá de su función educativa el Museu d’Història de Catalunya puede presumir de un pasado marcado por las fechas claves de la Ciudad Condal. El edificio conocido como Palau de Mar fue proyectado en 1881 por el ingeniero Maurici Garrán, que se inspiró en los edificios portuarios ingleses de la época. La incorporación de ascensores y cintas transportadoras entre otras novedades le granjearon el reconocimiento por su modernidad.

Museo de Historia de Cataluña, Barcelona

 

En la actualidad es la única construcción conservada del viejo puerto industrial de Barcelona. Para ello hubo que esperar a los Juegos Olímpicos de 1992, cuando en el marco de las actuaciones de mejora urbana de la ciudad, se decidió la restauración de los elementos exteriores del edificio.

Posteriormente, en 1994, los arquitectos Josep Benedito i Rovira (RQP) y Agustí Mateos i Duch proyectaron la recuperación integral de los 12.336 m2 del edifico, combinando la tradición portuaria con el dinamismo de la arquitectura contemporánea. Este diálogo entre lo viejo y lo nuevo además de apreciarse en el propio museo queda patente en su auditorio, espacios polivalentes y salas de reunión en alquiler. Y como no podría ser de otra forma, en el restaurante y la terraza de la última planta, donde se disfrutan de unas vistas privilegiadas sobre el puerto y la ciudad de Barcelona.